Compartir:

¿SIGNIFICA JESÚS “HE AQUÍ EL CABALLO”?

En los días del resurgimiento del judaísmo mesiánico/nazareno, esto es, el conjunto de judíos y no judíos creyentes en Yeshúa y que mantienen la vigencia de la Toráh, grandes cosas pasaron. Claridad fue dada a muchos pasajes que parecían obscuros en los escritos apostólicos y una revolución teológica y exegética comenzó.

Sin embargo, en todo resurgimiento, siempre existe el riesgo de extremos no deseados. Uno de estos extremos, fue el acontecido en muchos círculos de gentiles que abrazaron la fe mesiánica y su cosmovisión. Algo que caracterizó a estos grupos fue el descontento con el protestantismo moderno; su subjetividad, su doctrina del supersesionismo (también llamada «Teología del reemplazo»), su desconocimiento del contexto hebreo de Yeshúa y sus emisarios, eran las principales razones expuestas para el malestar.

Esto ocasionó retiros con amargura de iglesias evangélicas y un inicio de una teología un poco curiosa. Era algo como: Creamos-lo-que-los cristianos-no-creen o viceversa. Muchas cosas empezaron a ser cuestionadas por estos círculos y comenzaron a salir teorías basadas en un estudio superficial de la Escritura y de los idiomas hebreo y griego.

Una de estas teorías (aceptadas como verdad irrefutable por algunos) es la que dice que «Jesús» es un nombre malo y no deseado por Dios ni por su hijo Yeshúa. Algunos lo califican como pagano por su «semejanza» con dioses paganos, otros dicen que en hebreo significa «He aquí el caballo» y algunos incluso, ¡Invocan el sufrimiento eterno para quienes invocan ese nombre!

¿Es esto verdad? ¿En realidad Jesús es un nombre producido por Hasatán en una agenda maligna para dañar el nombre del Mesías de Elohim? ¿En Realidad significa “he aquí el caballo”? Estas y otras preguntas serán nuestro objeto de estudio en las siguientes páginas.

JESÚS: ¿EN REALIDAD HAY UNA AGENDA MALIGNA?

Muchos insisten en que Jesús es un nombre maligno y que siempre deberíamos referirnos al rabino de Nazaret con su nombre hebreo: Yeshúa. Una de las teorías dice que en hebreo «Jesús» significa «He aquí el caballo».

En efecto, si separamos el nombre «Jesús» en bits de sonido o sílabas tenemos «Je-sus». En hebreo hay una palabra que se pronuncia algo parecido al sonido «Je» (formada por las letras hebreas «he» y la letra «Alef») y quiere decir «He aquí»; también existe una palabra que en hebreo se pronuncia «Sus» (formada por las letras hebreas «Samej-vav-samej») que significa «Caballo». Y ahí lo tienen: Jesús = He aquí el caballo. ¿Es irrefutable este argumento? ¿Resiste el peso de la historia, el sentido común y la lengua hebrea y griega? La respuesta es no, por varias razones. Enumeremos las principales:

¿CABALLO O ALEGRÍA? HE AHÍ EL DILEMA.

En primer lugar, debemos darnos cuenta que los que hicieron la «reconstrucción» del nombre Jesús partieron de una agenda teológica elaborada, con el objetivo de encontrar algo malo, en la mayoría de los casos. ¿Por qué? En hebreo existe otra palabra que se pronuncia «Sus» (H7797, escrita con Shin-Vav-Shin) que significa «Alegría». Si siguiéramos el método de los adherentes a esta teoría, podríamos decir que el nombre «Jesús» es bueno, pues «significa», «He aquí la alegría». ¿Por qué estas personas no dicen esto y por qué toman la lectura que más les conviene a sus propósitos? De nuevo, el problema es lo superficial de su teología y conocimientos lingüísticos.

¿DEPENDENCIA ETIMOLÓGICA O PARECIDO IRRELEVANTE?

En segundo lugar, los que así creen, parten de un método erróneo y llegan a conclusiones erróneas. ¿Cuál es el error de su método? Su método piensa que separando cada palabra en bits de sonido, y luego viendo que significa en otro idioma, se llega al «significado original». A menos que una palabra o nombre, tenga dependencia etimológica de otro idioma (Esto es, que venga directamente de ese idioma) esto es un método totalmente errado.

Imaginémonos por un momento, que hacemos esto con el nombre «Carmen», lo separamos en bits de sonido y tenemos «Car-Men». Paso seguido, nos vamos al idioma inglés y tenemos: «Car=Carro» y «Men=hombres». ¡Imagínense que dijéramos que el nombre Carmen significa «Hombres carro» solo porque en inglés nos dio ese resultado! ¿Acaso no seríamos el hazmerreír de la comunidad lingüística? Ciertamente que sí.

No importa si Carmen significa algo feo en holandés, chino, japonés, náhuatl o ruso. Como el nombre no proviene de ninguno de esos idiomas, es totalmente irrelevante lo que signifique en ellos.

Esto es precisamente lo que pasa con Jesús. Iesous es la transliteración griega del hebreo «Yeshúa» que significa «Salvación» o «El Señor salva». Si Iesous significa algo malo tendremos que buscar su significado en griego, no en hebreo. Lo que sí es hebreo, es el nombre detrás de Jesús, esto es “Yeshúa”; el significado de dicho nombre sí debe buscarse en hebreo y es el que mencionamos posteriormente. (Vale agregar que no importa lo que Yeshúa signifique en otro idioma, pues no tiene dependencia etimológica de ninguno de esos idiomas).

IESOUS EN LA SEPTUAGINTA: EL FIN DE LA TEORÍA DEL CABALLO

En tercer lugar, debemos preguntarnos ¿De dónde viene el nombre Jesús? ¿Cómo se generó? ¿En realidad hubo una agenda maligna para no preservar el nombre del Mesías? El nombre «Iesous» de donde se deriva el español «Jesús» es la transliteración griega más cercana del hebreo Yeshúa. En griego, el nombre no significa absolutamente nada, ni bueno ni malo. Sabemos que los nombres no se traducen de un lenguaje a otro, sino se transliteran; esto es, se iguala su pronunciación con las letras del idioma al que pasa. Eso sucede con el nombre Yeshúa, cuando se pasó al griego.

¿Cómo se llegó de Yehoshúa/Yeshúa (Ambas formas válidas y conocidas del nombre hebreo) a Iesous? Bien, primeramente, debemos decir que el idioma griego no tenía el sonido «Shhhhhh», es decir el sonido de la «shin» hebrea o de la «Ch» española. Era imposible para un griego pasar ese sonido a una letra de su idioma, porque simplemente ¡No había dicha letra!

Además de ello, toda pronunciación que termina en el sonido «a» es femenina en griego. De ahí, el paso de la última letra «a» al equivalente de «s». Y así tenemos que Yeshúa pasó a Iesous, por falta del sonido para la letra Shin hebrea, y por el género griego para referirse a algo masculino o femenino. Nada de agendas ocultas, nada de dioses paganos atrás de ello.

Tan cierto es esto, que los 70 sabios judíos que hicieron la traducción de la Toráh conocida como «La Septuaginta» 250 años antes de la existencia de Yeshúa de Nazaret, pusieron «Iesous» cada vez que el nombre «Yehoshúa» aparecía.

Recordemos que el nombre «Yehoshúa» es el nombre del personaje que se conoce como «Josué», encargado de introducir a los hijos de Israel en la tierra prometida. Así tanto Yeshúa como Yehoshúa eran variantes válidas del nombre de nuestro Maestro (Esto puede verse en el libro de Esdras 3:2, donde el sumo sacerdote de aquel tiempo es llamado «Yeshúa»; mientras que el mismo hombre es llamado «Yehoshúa» por Hageo y Zacarías [Hageo 1:1, Zacarías 3:1])

LA VERDADERA RAZÓN POR LA QUE SIEMPRE PREFERIMOS YESHÚA.

Después de ver el asunto con seriedad y sin prejuicios teológicos y enseñanzas superficiales, comprendemos que nada de lo que se dice sobre el origen maligno del nombre Jesús es cierto. Hemos visto que fue la transliteración más cercana posible del hebreo al griego y que incluso 70 sabios judíos lo utilizaron años antes del nacimiento del cristianismo.

Una pregunta que inmediatamente surge a todos las personas a quienes expongo esto, es «¿OK si Jesús no es malo, por qué entonces insistir en pronunciar su nombre hebreo Yeshúa?» Siempre respondo con las tres razones para utilizar Yeshúa preferentemente sobre el nombre Griego Jesús.

En primer lugar, al utilizar el nombre «Yeshúa» damos un testimonio continuo de su judeidad. Recordar al mundo que ese hombre que cambió la ética y la moral de millones de seres humanos es judío, es una enorme tarea. Restaurando su judeidad hacemos un increíble bien a Israel y el mundo.

El significado de Yeshúa o Yehoshúa es «Adonai Salva» lo cual es enfatizado y proclamado cada vez que utilizamos su verdadero nombre. Si bien es cierto, Iesous no tiene los orígenes negativos que se le adjudican, no significa nada en griego, es simplemente una transliteración. Cuando restauramos el nombre original de nuestro Santo Maestro y Mesías, anunciamos que en él, está la liberación del pecado.

Generalmente cuando estoy entre no judíos digo: «Yeshúa, conocido popularmente como Jesús» para mantener la identidad de su majestad y siempre poder ser entendido (El libro de Daniel utiliza un método similar al decir: «Daniel, llamado Belsasar» [Daniel 10:1] preservando su nombre hebreo y al mismo tiempo dándose a entender a no judíos).

Por último, debemos mencionar, el enorme daño que se ha hecho al pueblo judío en nombre de Jesús. En nombre de Jesús se han matado millones de judíos; incluso en el holocausto, muchos soldados nazis decían a judíos: «Estas pagando esto por lo que hicieron a Jesús». Esto ha ocasionado, un profundo prejuicio contra ese nombre en nuestro pueblo Israel. Lo mejor por hacer es utilizar su nombre hebreo Yeshúa para evitar tropiezos a otros y recordar que el judío de Galilea, nada tuvo que ver con las persecuciones cristianas posteriores.

CONCLUSIÓN

Hemos visto que Yeshúa tiene su transliteración más cercana en el griego Iesous y las razones para seguir prefiriendo el término hebreo. Esto eliminará un obstáculo más en el entendimiento entre judíos y no judíos creyentes en Yeshúa y podrá construir amor, respeto y eliminar teorías artificiales y superficiales sobre nuestro Mashíaj (Mesías). Esperemos que YHWH siempre nos mantenga en su amor, misericordia y que nos permita ser piedras de edificación y no de tropiezo.

Con bendición,

Yitzjak Bonilla Castellanos

Fuente: mikdashmeat.com

 

 

 

 

1 Comentario

  • Publicado septiembre 2, 2015 11:21 pm
    por
    Evelitza Rodriguez Otero

    Bendito sea el todopoderoso Yahweh de los Ejercitos. Agradezco a El por este estudio. Muy claro, muy preciso y facil de entender. Solo tengo una dudita, a lo cual no estoy segura de si se hizo mencion al respecto en el estudio o yo no preste la suficiente atencion. Se sabe, se dice que los nombres NO tienen traduccion sin importar cual sea el idioma, que siempre se queda igual, ¿que me pueden contestar al respecto referente al nombre de Yahshua? Les agradezco por su respuesta y ruego al Eterno les prospere en todos sus caminos y les siga bendiciendo en sabiduria para que puedan seguir compartiendo sus estudios con los que sabemos menos y en ocasiones estamos algo confudidos. Shalom Ubrajot.

Agrega tu comentario