Compartir:

Mucho se ha dicho acerca de las convocaciones que aparecen en la Ley de Moisés. Se conocen como fiestas judías, fiestas de Israel, fiestas del Eterno, etc. Algunas de ellas son Shabat, Pascua (Pésaj), Pentecostés (Shavuot), Tabernáculos (Sucot), entre otras.

En algunos círculos se ha enseñado que observar o celebrar estas fiestas es una forma de volver a los rudimentos de la Ley, contra los cuales Jesús y Pablo «claramente» enseñaron. De acuerdo a algunos, estas prácticas son judaizantes y los creyentes de origen gentil no tienen por qué celebrar ninguna de estas cosas, pues todas fueron cumplidas por el Mesías y ahora, en la vigencia del Nuevo Pacto no son necesarias.

¿Es cierto esto? ¿Hay firmes bases teológicas o escriturales que se puedan usar para rechazar estas celebraciones? ¿Enseñaron el Mesías y Pablo en contra de estas celebraciones? ¿Tienen algún valor estas convocaciones en la actualidad para los creyentes? ¿Siguen vigentes?

Prepara tu corazón para encontrar algunas respuestas que te harán mucho bien.

Agrega tu comentario