El Misterio de la Iniquidad – Los Prerequisitos Legales para el Regreso del Mesías por Michael John Rood
El Misterio de la Iniquidad expone y extingue la gran decepción que ha venido a ser la falsa esperanza de la Iglesia Cristiana; la trampa que ha sido puesta por Satanás a través de muchos años de estar trabajando detrás de las cámaras. Lo que comenzó como un gentil engaño, a través de los años, ha tomado un camino arrollador al valle de la decepción total. El Misterio de la Iniquidad es la advertencia de Jesús, Pablo, y Juan con respecto al prerrequisito absoluto del regreso del Mesías para reunir a los santos en el “rapto”. Esa advertencia no es de largo alcance profético, como lo fue en sus días, pero es reiterada en el contexto de la decepción consumada de la Iglesia Cristiana en nuestros tiempos actuales.
El Misterio de la Iniquidad es una advertencia final dada a Estados Unidos y al mundo a lo que es inminente y no puede ser evadido, sin importar lo que uno elija. Este libro documenta las ramificaciones legales de la rebelión original de Satanás, su autoridad como dios de este siglo, su apostasía en la tierra, y su rebelión final. Esto es como la larga guerra contra Dios ocurrirá en nuestra época.
Los Santos llenos y liderados por el Espíritu del Dios viviente – escucharán el grito de batalla y pelearán en tierra donde los portadores del frente temen pisar. Se reduce al peso luchador, a ceñirse los lomos, y a la imposición con autoridad en la batalla. Ahora usted debe escoger si va a caminar tranquilamente en la asechanza del El Misterio de la Iniquidad, o a levantarse fielmente contra el mismo hasta el final.
Michael John Rood
Le tomará cerca de cuatro horas leer este libro. Después de leer la introducción, se recomienda que usted empiece con el primer capítulo cuando usted pueda estar completamente sin distracción por ese periodo de tiempo. Se necesitará que sus prejuicios sean desafiados por usted mismo en lo que va leyendo. Por esa razón usted debería
leer el libro desde el inicio. Como en la Biblia, el contexto lo es todo.
“Si yo profeso con la voz más alta y la exposición más clara cada porción de la verdad de Dios excepto por ese
preciso pequeño punto en el cual el mundo y el Diablo están en ese momento atacando, yo no estoy confesando a Cristo, sin embargo, valientemente yo pudiera estar profesando a Cristo. Donde la batalla ruge, ahí la lealtad del soldado es probada, y para estar firme en todos los alrededores del campo de batalla, es pura trayectoria y
desgracia…” (Martin Luther).
La cultura se ha tragado la fórmula de excepción de impuestos 501 C3, una corporación sin fines de lucro haciendo
negocios como, “la iglesia Cristiana”. Oramos por avivamiento, aunque no estemos dispuestos a poner nuestra comodidad en riesgo; no estamos dispuestos a aventurarnos afuera del armazón auto protector de nuestras fortalezas denominacionales que nos tienen protegidos dentro de las paredes de la complacencia. “Cambia al mundo, Señor, pero no nos cambies a nosotros”, está bajo el aliento de las oraciones de aquellos que no quieren ver
su mundo sacudido. Pero será sacudido, y pronto. No obstante en este tiempo, no solo la tierra como en los días de Noé, sino que los cielos serán sacudidos también. Todos aquellos que viven en la confianza falsa de la ignorancia a lo que Jesús dijo “debe pasar”, tendrán un verdadero choque con eso.